|
Carlos A. Vilchis B.
Ing. Agrón., Estudios Rurales y Asesoría Campesina, Oaxaca, México.
Resumen
Durante los últimos años se ha hecho más conciente la humanidad de la importancia de la diversidad biológica y del papel que ésta desempeña en su futuro.Esta preocupación se ha traducido, en la práctica, en un gran interés —aún insuficiente— por proteger los hábitat "críticos" o muy relevantes; muestras de ese interés han sido las campañas para proteger los manglares, los corales, los bosques viejos de la zona templada o los bosques húmedos. Ha habido también acciones de protección de ciertas especies amenazadas o endémicas, como los programas para proteger las ballenas, el maíz silvestre perenne (Zea diploperennis), el búho moteado o la mariposa monarca.
No obstante, el tercer nivel de la diversidad biológica, o sea, el de la diversidad genética, está mucho menos atendido que los niveles de las especies o de los hábitat. La conservación de la diversidad de genes se ha reducido a los trabajos de los institutos especializados nacionales y de algunos internacionales, como el International Rice Research Institute (IRRI) para el arroz, y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) para el maíz y el trigo, y al esfuerzo de algunas entidades del sector privado dedicadas al negocio de las semillas.