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Se inició en 1990 un proyecto conjunto entre EMBRAPA-Agrobiología y la Red PTL, o sea, la red de organizaciones no gubernamentales que trabajan con la agricultura alternativa y representan diferentes comunidades agrícolas. El trabajo pretende encontrar estrategias para el uso y la conservación de la diversidad genética de maíz en las comunidades agrícolas a partir de la investigación participativa. Junto con las comunidades de pequeños agricultores se rescataron las variedades locales y se hicieron luego ensayos de evaluación y de caracterización, comparando esas variedades locales con algunas mejoradas. En esos ensayos se identificaron variedades locales con alto potencial productivo y que toleraban diferentes tipos de estrés biótico y abiótico.Altair Toledo Machado
EMBRAPA Agrobiologia, Seropédica, RJ, Brasil.
Resumen
Como parte de este trabajo, se hizo también mejoramiento integrado y participativo a dos variedades de maíz en las comunidades asentadas por la reforma agraria en el estado de Río de Janeiro. Los diversos ensayos realizados permiten apreciar la eficiencia del mejoramiento participativo en el desarrollo de variedades porque la productividad de éstas aumentó en ambientes de alto estrés debido a la sequía y a la poca disponibilidad de nitrógeno.
El manejo de la diversidad genética del maíz sirvió como instrumento metodológico para las comunidades agrícolas mencionadas, que emplearon luego el mismo método en otros cultivos. Lo importante del trabajo es entender la diversidad genética vegetal insertada en la complejidad de la comunidad agrícola; hay aquí aspectos ligados al ecosistema, a la cultura, a los valores sociales, económicos y antropológicos. El manejo de todo ese sistema proporcionaría a las comunidades agrícolas mayor sostenibilidad y un incremento en la diversidad genética, si se cuenta con la colaboración efectiva en todos los procesos relacionados con la seguridad alimenticia.