Mejoramiento Participativo con Maíz en un Proyecto de Conservación in situ en Yucatán, México

J. L. Chávez-Servia1, J. Canul2, J. V. Cob2, L. A. Burgos2, F. Márquez3, J. Rodríguez4, L. M. Arias2, D. E. Williams5, D. I. Jarvis6

1 Instituto Internacional de Recursos Fitogenéticos (IPGRI-Américas), México.
2 CINVESTAV-IPN, Unidad Mérida, Yucatán, México.
3 Universidad Autónoma Chapingo, Jalisco, México.
4 Instituto Tecnológico Agropecuario No. 2 Conkal, Yucatán, México.
5 IPGRI-Américas, Colombia.
6 IPGRI-Roma, Italia.

Resumen

Este trabajo forma parte de un proyecto mayor de conservación in situ de variedades cultivadas, en el que el mejoramiento participativo aumenta las opciones de rentabilidad para los agricultores que conserven una amplia diversidad genética en su sistema de producción. En este trabajo se presenta un breve análisis del proceso tradicional de selección de semillas de maíz como base de una estrategia de mejoramiento participativo en la que se implementan dos metodologías. Se estudió la selección tradicional de semillas mediante entrevistas y observación directa en el municipio de Yaxcabá, en Yucatán, México, donde menos del 10% de los productores maiceros utilizan variedades mejoradas. El manejo tradicional de las razas locales de maíz en el sistema roza, tumba y quema (slash and burn) está regido por los siguientes criterios: selección, tamaño de la muestra para la siguiente siembra (presión de selección), y distribución en el campo de la siguiente generación (aislamiento).

        Tradicionalmente, los agricultores escogen su semilla en el terreno durante la cosecha aplicando dos principales criterios de selección: mazorca con excelente cobertura que le ha evitado el ataque del gorgojo (Carpophilus lugobris) y tamaño de la mazorca. En menor grado emplea los siguientes caracteres como criterio de selección: plantas de porte bajo que evitan el acame, y días hasta el estado de elote (mazorca con grano lechoso-masoso) como parámetro de precocidad. En los materiales tardíos se lleva a cabo una selección natural en el mismo terreno de cultivo, que consiste en mantener en pie el maíz de 5 a 6 meses después de haber finalizado su ciclo para exponerlo al ataque de las plagas; se hace luego la cosecha y se seleccionan las mazorcas que no hayan sido dañadas. Mediante este sistema tradicional, el agricultor mantiene una serie de variedades locales de maíz que tienen gran variabilidad en el color del grano (azul, rojo, morado, amarillo, rosado y blanco) y en los ciclos de madurez: desde 7 semanas (en las variantes de la raza mesoamericana Nal-tel) hasta 4 meses (en las variantes de la raza Tuxpeño).

        El mejoramiento participativo se realiza en los campos de los productores y con los materiales locales (razas Nal-tel y Tuxpeño, y subraza Dzit-bacal). Los dos métodos de mejoramiento empleados son la retrocruza limitada y la selección masal.

  • En la retrocruza limitada se obtiene la segunda generación del retrocruzamiento (RC1-F2). Una de las características de este método es que los materiales donadores provienen, en su mayor parte, de colectas realizadas en la misma región, pero que han estado en los bancos de germoplasma o que han sido ya manipuladas por mejoradores. El método pretende incorporar características favorables que no presentan las variedades locales y recuperar un 75% de las características de la variedad original.

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